REFLEXIONES SOBRE LA EUTANASIA
- El hombre es el único ser vivo que sabe que es finito. La vida termina con la muerte. El saberse finito lo ha llevado a crear mitos, creencias y ritos, que van desde sentirse trastornado, confundido hasta la idea de la inmortalidad. Después viene otra vida. Pasamos a otro plano. Pero sabemos que sólo mueren los que están vivos y todo el que está vivo necesariamente está destinado a morir. A decir de Dimitri Barreto “Al valorar la vida, el hombre, de alguna manera se acomoda al hecho de que ha de morir, y es la certeza práctica de la muerte la que contribuye en gran medida a dar valor a su existencia y especialmente a la existencia de las otras personas. Si fuéramos infinitos, para que tanto apuro en tener un hijo, en sembrar un árbol y escribir un libro. Es más, la muerte no es una derrota, ni un castigo, es la total comprobación de que estamos vivos.
- Los griegos acuñaron el término de eutanasia que significa: eu (bien) thanatos (muerte), que traduce el buen morir. Los griegos valoraron la dignidad de la vida y por supuesto valoraron el derecho de tener una muerte digna. El valorar la vida nos lleva a respetar la muerte, independientemente del sufrimiento que ésta nos pueda producir. En la cultura griega, la eutanasia se constituyó en objeto de deseo y de petición de todas las personas sensatas, pues se refería a una muerte buena, en la que se han atenuado los sufrimientos extremos.
- Con el correr del tiempo el termino eutanasia ha cambiado en múltiples definiciones, separándose del término griego del buen morir, de tener una muerte digna. Esta aberración la contactamos en el Diccionario de la RAE “Acción u omisión que, para evitar sufrimientos a los pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él.” Y el Diccionario Oxford Ingles 2010 es la “La muerte indolora de un paciente con una enfermedad dolorosa e incurable o de un coma irreversible”. Esto es distinto a lo que los griegos llamaron el buen morir, ellos empleaban la palabra eutanasia, como sinónimo de muerte digna, honesta y gloriosa.
- Nos preguntamos por qué cambiar el significado del término. Pregunta Dimitri Barreto “¿Por qué secreta razón se cambia en el curso de los siglos el significado de la palabra griega que quiere decir: bondad, dignidad, honestidad al momento de morir, para descender a decir muerte provocada, muerte decidida por el médico, muerte por piedad o compasión, suicidio asistido?
- Una explicación podría ser el holocausto causado por Hitler en 1939, al ordenar eliminar a enfermos mentales, niños con malformaciones, enfermos incurables, y retrasados psíquicos, argumentando que dichas medidas constituyen una auténtica obra de higiene pública, de caridad para evitar sufrimientos y un ahorro para la sociedad y el Estado en no seguir gastando en personas sin garantías. Millones de seres inocentes perdieron la vida en este episodio. Aunque esto no se llamó eutanasia, la noble palabra fue salpicada.
- El enfermo terminal es aquella persona en la que se manifiesta un padecimiento avanzado, progresivo e incurable, sin respuesta al tratamiento específico, con síntomas multifactoriales, y pronóstico de vida no mayor a seis meses. Con el avance de la ciencia médica hay mucho más garantías de saber si estamos ante un enfermo terminal. Para que un paciente pueda ser clasificado como terminal se deben cumplir las siguientes condiciones:
a) Ser portador de una enfermedad o condición patológica grave, que haya sido diagnosticada en forma precisa por un médico experto.
b) La enfermedad o condición diagnosticada debe ser de carácter progresivo e irreversible, con pronóstico fatal próximo o en un plazo relativamente breve.
- El modelo médico hegemónico que tiene su asiento en el hospital público o privado, es quien determina hasta donde prolongo la vida, y esta acto se hace a espaldas de los familiares. A decir de Barreto, la agonía se convirtió en vergonzosa y por lo tanto impropia de ser compartida por los más íntimos. El hospital pasó a convertirse en el escenario obligado para la muerte y el médico una especie de conductor del proceso, concediéndosele en forma paulatina la posibilidad de poder determinar la hora y el momento de la misma, contrariando el hecho de que la muerte no es primeramente un evento médico o científico, sino un evento personal, cultural e incluso religioso. Esta es la nueva eutanasia.
- El cuidado solidario del paciente terminal orientado a no precipitar ni alargar en forma indebida la muerte, que incluye el control de sus dolencias físicas y reacciones emocionales, procurando mantener la mayor actividad posible, la comunicación y la participación familiar ha recibido el nombre de “cuidados paliativos”, que en estricto rigor vendría a constituir lo que originariamente fue concebido como eutanasia.
- Pero es necesario conocer el costo y lo agobiante que es mantener en nuestra sociedad un enfermo terminal en la casa, debemos crear conciencia de la necesidad de dignificar el buen morir, El acto de morir debe ser asumido como un momento trascendente en la vida de la persona, la familia y el grupo social.