LA SALUD GLOBAL Y EL EQUILIBRIO SANITARIO.
Dr. Gustavo Parra F.
Docente Investigador. IAES
Los cambios que se han suscitado en el mundo en las dos últimas décadas, a partir de la caída del muro de Berlín y el fin del dominio soviético en el área de influencia de la llamada cortina de hierro, como denominó Winston Churchill a la región de la Europa Oriental ubicada bajo su control y la configuración de un nuevo equilibrio global enmarcado en el paradigma de la globalización, ha conllevado gracias al desarrollo de la revolución tecnológica de las comunicaciones y de la información, un intenso proceso de intercambio de relaciones en todos los órdenes y ámbitos de la vida en el planeta a partir de la apertura de los mercados internacionales y de la economía en general, a una forma de intercambio más abierto en términos de variedad y cantidad que ha cambiado la vida de millones de personas y que apenas comenzamos a medir sus efectos.
Un fenómeno de tales características tiene necesariamente que afectar directa o indirectamente todos los órdenes de la sociedad en su conjunto, siendo el ámbito de la Salud Pública uno de los más sensibles y tal vez uno de los menos estudiados en cuanto a sus efectos y consecuencias de corto, mediano y largo alcance. De allí la importancia y la necesidad de comenzar a comprender como ha repercutido en el Equilibrio Sanitario (Eq.S) desde la perspectiva del medio ambiente, de los determinantes sociales, de los derechos humanos, de la epidemiología, de la gestión de los servicios y de los recursos, de la salud de los trabajadores y del desarrollo humano en general en el marco de la globalización.
El concepto de Equilibrio Sanitario surge como una necesidad ante la inevitable modificación de los parámetros de medición y evaluación de los fenómenos que afectan la salud de las poblaciones, dado el hecho de los cambios que se suscitan en los patrones de comportamiento de los grandes conglomerados humanos.
Si definimos el equilibrio sanitario como el resultado del balance existente entre la salud de la población – el medio ambiente – y la enfermedad en términos endemo epidémicos, tendríamos que considerar la multiplicidad de factores que concurren en torno a ellos, lo cual nos obliga a determinar en términos cualitativo y cuantitativo su valor referencial, para conocer el impacto en la sostenibilidad de un determinado sistema desde el punto de vista sanitario.
Para ello consideremos el siguiente indicador:
Población sana – Población enferma
Eq.S: _________________________________________ x 100; 1000; 10.000
Población total en un medio ambiente determinado
Podríamos afirmar en una primera aproximación que individuo sano es toda aquella persona que posee un estado de salud general que le permite valerse por sí mismo, satisfacer todas sus necesidades de subsistencia y a su vez ser capaz de emprender todas las tareas y actividades con un nivel de rendimiento óptimo, adecuado a sus condiciones físicas e intelectuales para su edad, sexo y contextura.
Si proyectamos esta definición al ámbito de una población sana, podríamos afirmar que la misma es toda aquella población que en su conjunto es capaz de satisfacer todas sus necesidades de subsistencia y a su vez ser capaz de ejecutar todas las acciones necesarias y suficientes con un nivel de rendimiento óptimo, adecuado a sus capacidades organizativas para garantizar su crecimiento y desarrollo sostenible en un marco de respeto de sus derechos humanos.
Para ello es preciso establecer algunos criterios de selección a fin de sostener tal afirmación.
Estos criterios podrían englobar algunos parámetros de valoración de las variables antes señaladas, por ej.
Existencia de un marco legal vigente y actualizado
Existencia de políticas públicas acorde a las demandas existentes
Capacidad de Respuesta Institucional a las demandas existentes
Interacción Intersectorial
Liderazgo Institucional y Liderazgo Social.
Nivel de Calidad en la prestación de los servicios.
Nivel de Transparencia en la administración de los recursos.
Condiciones generales de salud y seguridad en el medio ambiente laboral.
Condiciones generales de salud e higiene en un medio ambiente general.
Nivel de participación y organización presente en una comunidad.
De donde se desprende que la relación entre el número de individuos sanos y el número de individuos enfermos estará dado por las características del medio ambiente donde les toca nacer, vivir, crecer y desarrollarse, de allí el valor intrínseco que adquieren los determinantes sociales, los derechos humanos, la transparencia en la gestión de los servicios y los recursos, las condiciones de trabajo y la relación entre los individuos y su medio ambiente.
Dicho esto, una vez rotas las barreras existentes entre los países en el orden económico, y establecidos los acuerdos en el orden político se abren inmensas posibilidades para incrementar el intercambio entre los pueblos en todos los ordenes y con ello el intercambio de los factores de riesgo que van necesariamente a afectar el equilibrio sanitario, de donde se puede inferir que en el marco de la globalización podemos hablar de un medio ambiente global capaz de incidir en la relación entre la población sana y la población enferma a escala global, aspecto este que define el terreno de la Salud Global.
El concepto de Salud Global emerge como una derivación lógica de la Salud Pública en el marco de la globalización y de como inciden cada uno de sus determinantes en la configuración del nuevo mapa de una Salud Pública con fronteras nacionales cada vez más difusas, para conformar en un primer plano los ámbitos regionales continentales, hasta llegar a la confluencia de la totalidad planetaria.
Uno de los fenómenos más influyentes en esta conformación esta dado por los movimientos migratorios. Los movimientos migratorios se han convertido en uno de los elementos característicos del actual proceso de globalización, aunque éstos han sido permanentes en la historia de la humanidad Actualmente la frontera entre los estados es cada vez más confusa, generando una nueva dependencia e interrelación mundial. Se produce un rápido aumento de los flujos transfronterizos de todo tipo: finanzas, comercio, ideas, contaminación, medios y personas. Del mismo modo el factor trabajo también es un recurso global, así las empresas pueden escoger la ubicación de sus redes y sus filiales y pueden reclutar mano de obra de cualquier lugar en un proceso indetenible de su capacidad de producción.
Dicho de otro modo, la tasa del equilibrio sanitario es directamente proporcional a la intensificación del intercambio poblacional, la cual variará según se aplique a poblaciones en países y regiones mayor o menor desarrolladas e inversamente proporcional a las condiciones generales de vida y bienestar en una sociedad globalizada. Otro de los aspectos claves de esta coyuntura esta dado por un fenómeno un poco más difícil de explicar pero no menos trascendental y que ha determinado a lo largo de la historia de la humanidad hechos que han cambiado su curso por el elevado costo que ella implica y que a pesar que hoy en día se puede predecir su comportamiento y sus consecuencias, siguen siendo motivo de permanente atención y cuidado por parte de los estados y de los organismos internacionales encargados de velar por el Equilibrio Sanitario y es el caso de las epidemias y sus formas de propagación.
Antes del Siglo XX se conoce que hubo grandes epidemias que causaban la muerte hasta de la cuarta o la tercera parte de la población del mundo conocido entonces. Entre esas grandes epidemias se cuenta a La Peste Negra (Siglo XIV), y a la de Cólera (principios del Siglo XIX).
En el Siglo XX entre los años 1918-1919 la Gripe Española causó 50 millones de víctimas. Originada en Kansas, EU. Virus causante: H1N1, en una combinación de gripe humana y gripe aviar. En 1957 la Gripe Asiática causó 1 a 4 millones de víctimas, originada en China. Virus causante: H2N2, en una combinación de gripe humana con gripe de patos salvajes. En 1968-69 la Gripe de Hong Kong causó aproximadamente 40 mil víctimas. Originada en Hong Kong. Virus causante: H3N2, en una combinación de virus aviar y humano. En 1.977 La Gripe Rusa con un número de víctimas no cuantificadas, se originó en China, aunque entró a Europa a través de Rusia. Virus causante, el H1N1. En 1990 el Síndrome de las Vacas Locas. Número de víctimas: 150 personas, originada en el Reino Unido. Fue una Encefalopatía Espongiforme Bovina. Y más recientemente en lo que va del siglo XXI el Síndrome Respiratorio Agudo Severo que en el año 2.002 dejó cientos de personas aunque no fueron cuantificadas. Originada en China cuyo virus causante fue un coronavirus. En el año 2003, la Gripe Aviar con 250 víctimas. Originada en Seúl, Corea del Sur. Virus causante: H5N1 de origen aviar y en 2.009 la Influenza A-H1N1 detectada en México, aunque se dice procedente de China cuyo virus causante es un combinación de virus humano, porcino y aviar, aún no se conoce con exactitud el número de víctimas afectadas.
Otro aspecto de relevante interés esta dado por el comportamiento de los Determinantes Sociales, reconocido hoy en día por los organismos multilaterales de atención a la salud como elemento esencial para la explicación y comprensión de los fenómenos colectivos que definen el perfil de salud enfermedad de los conglomerados humanos en atención a las iniquidades en salud, dado el marcado distanciamiento entre los servicios de salud de calidad con los densos sectores de población en general, que se agudiza aún más entre los niveles de pobreza critica y pobreza extrema, lo cual conlleva de igual modo a acrecentar los desplazamientos entre las regiones pobres y las regiones ricas del planeta así como entre el campo y las ciudades, agravando aún más el ya deficiente servicio de salud de las grandes urbes, afectando de esta manera el equilibrio sanitario.
Sabemos por definición de la OMS que los determinantes sociales de la salud son las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas.
Los determinantes sociales de la salud explican la mayor parte de las inequidades sanitarias, esto es, de las diferencias injustas y evitables observadas en y entre los países en lo que respecta a la situación sanitaria. De lo anterior se deriva otro aspecto sustancial, la Gestión de los Recursos y de los Servicios en términos de transparencia y de eficiencia, lo que viene a medir la capacidad de los organismos dispensadores para garantizar el servicio a todos los usuarios, pero con particular énfasis a la población más vulnerable, resulta en buena medida en lograr el seguimiento y control de la evolución de los pacientes que requieran de tratamiento especial, como lo son los portadores de enfermedades transmisibles, degenerativas y neoplásicas, de manera tal que se evite la dispersión del esfuerzo y de los recursos que tanto incide en el rendimiento y en el impacto de los programas.
Del mismo modo podríamos considerar las condiciones generales de trabajo en las cuales transcurre la jornada laboral que determinan el perfil de salud enfermedad de la población trabajadora y la aparición de nuevas noxas que se suman a las ya existentes y condicionan la prevalencia e incidencia de las enfermedades ocupacionales y su impacto en el equilibrio sanitario.
Y como corolario lo referente a los Derechos Humanos cuyos postulados vienen a ejercer un punto de inflexión en la necesidad de garantizar todas las condiciones necesarias y suficientes para que la salud de las poblaciones en general y de los individuos sean objeto de la mayor atención en el diseño de las políticas públicas orientadas a garantizar las mayores probabilidades de desarrollo y bienestar.
En resumen podríamos entonces considerar que el Equilibrio Sanitario (Eq.S) pasa a representar un indicador de medición de la capacidad de respuesta de las instituciones y organismos de salud en un escenario global, en torno a garantizar en medio de la diversa complejidad de factores concurrentes, la posibilidad de mantener un mayor número de poblaciones sanas en equilibrio permanente con su medio ambiente y a su vez la de poder dar respuesta a las demandas crecientes de cuidado y atención de una población enferma, en permanente monitoreo de los factores que determinan las fluctuaciones de un lado al otro y de cómo poder intervenir para garantizar tan delicado equilibrio.