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Médico Investigador Docente Proyectos de tesis y análisis estadístico

CUANDO LOS MÉDICOS SE HACEN DIOSES: MALA Y DISTORSIONADA PRÁCTICA MÉDICA.

27 Agosto 2014 , Escrito por RAFAEL AGUIAR GUEVARA

DERECHO MÉDICO

DERECHO MÉDICO

(Publicado el 17 de agosto de 2014. Rafael Aguiar Guevara)

La presente reflexión no es más que la expresión personal de la gran indignación que ocasionan ciertos médicos que, cuales Zeus, parecieran estuvieran en el Olimpo jugando a la práctica del tratamiento de la salud, que no puede ser igual al ejercicio honesto y digno de la Medicina, tal cual nos lo enseñaran verdaderos dioses y maestros como Asclepio (Eusculapio), Hipócrates, Galeno, o como algunos de los nuestros Luis Razetti, José Gregorio Hernández, José María Vargas, entre otros; y acercándose, estas divinidades cada vez más a ese inframundo (infierno) del cual Hades es su principal cultor.

 

Me refiero con lo anterior a la costumbre importada de algunos de nuestros pseudo-médicos de ejercer una viciada práctica en el área de la salud. Se han constituido en verdaderas deidades, así se creen, y constituyen injustificables barreras, entre ellos y los pacientes que, engañados por su venenosa imagen, acuden a ellos en busca de la solución de su problema de salud.

 

Pero la primera sorpresa que reciben es que estos dioses no atienden regularmente a los pacientes. En primera plana se encuentran haciendo barrera un grupo de pequeños “asistentes” quienes son los únicos autorizados por el dios para que, en su lugar, intenten llegar a un diagnóstico que, de ser jugoso, tentador y magnánimo, genere la autorización para que la divinidad lo acepte en su consultorio.

 

Solamente así llega uno de estos pacientes al consultorio del dios, a través de sus asistentes quienes atienden al paciente en primera instancia. Y, solamente de considerarlo conveniente, autorizan al paciente a que sean vistos por la deidad. Si ellos, los practicantes asistentes erran en su diagnóstico, o no consideran, en su distorsionado juicio, no autorizan (por orden del dios) a que traspasen el umbral y sean “tocados” por su líder del grupo, por la divinidad.

 

Una vez confirmado el diagnóstico, el desfavorecido paciente es programado para la cirugía, de ser quirúrgico el tratamiento. Y es precisamente en la Cirugía, la especialidad que más divinidades se encuentran. El paciente nunca llega a formalizar una verdadera relación médico-paciente, humana, científica, justa, con su enfermo, como realmente Ethos (la ética, la deontología) podría sugerir.

 

No. Éstos, sometidos y engañados pacientes, acuden a una cirugía, que se espera curativa, sin, a veces, ni siquiera conocer a su médico; o debiera decir, a quien se supone sea su médico tratante. Son preparados los pacientes por los prácticos asistentes. Ingresados bajo sus órdenes por los residentes de alguna clínica privada. Y solamente, si acaso, antes de ser sometido a la anestesia, pudiese la deidad bajar del Olimpo y saludar a su paciente.

 

Hasta allí llegó la relación. En el postoperatorio inmediato, quien pasa (si acaso) por la habitación del paciente son los prácticos asistentes; y una vez una paciente, a quien conozco, me refiere de su divinidad (Urólogo), luego de ser sometida a cirugía correctiva de una incontinencia urinaria, y ante su solicitud de ver a su “médico tratante” conseguir la respuesta enviada por la divinidad, a través de la secretaria, que él, el dios, “solamente” se ocupaba de la parte “técnica operatoria”, y que el control posterior, (así como fue el anterior) le correspondía a sus “asistentes” (¿esclavos?).

 

No siendo la única experiencia que contar, me ha motivado no quedar más en el silencio, la reciente experiencia de un familiar. No acostumbrada a expresar dolor ni quejas, llegó el momento en su vida que realmente debía enfrentar un insoportable dolor. Luego de consultar con verdaderos médicos amigos, fue referida a una divinidad que “practica” la traumatología, específicamente orientados a los problemas de columna vertebral, en una clínica de sureste de Caracas. Hemos tenido que buscar otra opinión médica porque el “divino especialista” simplemente no la atendió. En su lugar aparecieron los “prácticos asistentes” quienes de forma aleatoria indicaron un tratamiento inadecuado que ni siquiera logró disminuir en nada el dolor.

 

Esta área de la traumatología de columna está invadida de dioses. No se pudo sugerir a esta paciente la consulta con otro “especialista de columna” de otra clínica, también del sureste de Caracas, porque, simplemente, trabaja de la misma forma. No ve a sus pacientes y éstos, son atendidos por los “prácticos asistentes”.

 

Tres pequeños y aislados ejemplos, entre muchos otros que pudiese narrar, que evidencian la mala y distorsionada práctica médica de algunos especialistas quienes, lejos de cumplir los principios Hipocráticos, o deontológicos de Luis Razetti, cuyos juramentos realizan en las Universidades al graduarse de médicos, están más interesados en los altos beneficios económicos que esta pseudo práctica médica puede otorgarles. No existe una verdadera y sana relación médico-paciente. Existe un verdadero fraude o estafa que se cumple no lejos de la tipificación de dicha estafa o fraude en nuestro Código Penal. Son verdaderos indignos usuarios de la bata blanca que significa la pureza, honestidad y humanidad con la cual un verdadero médico debe tratar a sus pacientes. Estos simpatizantes del dios Hades (del inframundo, del verdadero infierno) deberían ser denunciados por sus colegas, sus sociedades científicas, por los Colegios de Médicos, y debería pensarse, en la proyectada “Ley de malpraxis médica” que actualmente reposa en la Asamblea Nacional y tipificarse como verdaderos delitos este tipo de práctica, perjudicial para el paciente, y establecer verdaderas sanciones que alejen a estos dioses del esperado y merecido deontológico campo de la práctica médica.

 

CUANDO LOS MÉDICOS SE HACEN DIOSES: MALA Y DISTORSIONADA PRÁCTICA MÉDICA.
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