VENEZUELA HABILITA HOSPITALES PÚBLICOS PARA RETIRAR IMPLANTES MAMARIOS RIESGOSOS 2011
Juan Carlos Figueroa
Caracas. La ministra para la Salud informó que en todos los centros públicos con servicio de cirugía plástica se operará, gratuitamente, a las mujeres que quieran extraer las prótesis
Los implantes mamarios fabricados por la empresa francesa Poly Implant Prothese (PIP) serán retirados de forma gratuita en hospitales del país que cuenten con servicio de cirugía plástica. La medida se toma después de que la semana pasada el gobierno de Francia pidiera retirar preventivamente las prótesis, por representar un riesgo para la salud.
La ministra para la Salud, Eugenia Sader, informó ayer que las pacientes que lo deseen pueden dirigirse a la consulta externa de cirugía plástica de estos centros para ser evaluadas. Sin embargo, aclaró que los implantes no serán reemplazados.
La funcionaria recordó que el uso de este tipo de implantes fue prohibido en Francia desde 2010 y aseguró que se hizo lo mismo en Venezuela desde entonces. “Nosotros tenemos nuestro sistema de vigilancia a nivel nacional e internacional para verificar cuando exista una prohibición de algún material que pueda ser perjudicial para la salud”.
Sader reconoció que una cantidad importante de prótesis mamarias PIP entraron al país de forma ilegal: “No hubo, en ningún momento registro sanitario. Fueron colocadas de forma ilegal y ahora esas pacientes están corriendo riesgo”, advirtió.
Aunque en un primer momento se vinculó el producto con el cáncer de mama, el diagnóstico fue desmentido. Pero los especialistas siguen advirtiendo de un riesgo incrementado de rotura y de la capacidad del gel para causar irritación, algo que puede producir una reacción inflamatoria.
Según la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica, en Venezuela se realizan cerca de 40 mil operaciones de aumento de senos cada año, es decir: una operación cada cuatro horas.
La empresa PIP fue liquidada el año pasado, pero se estima que vendió y exportó al menos unas 300 mil prótesis en sus doce años de funcionamiento.
Según la agencia AP, el principal mercado de exportación de estas prótesis en 2009 era Latinoamérica: recibía el 50% de lo exportado. Los cuatro países que más compraron el producto fueron Argentina, Brasil, Colombia y Venezuela.
El viernes pasado, Marisol Graterol, presidenta del gremio, llamó a la calma: “No se debe causar alarma”.
Admitió que este tipo de implantes fueron usados en el país “con mucha frecuencia”. Sin embargo, recomendó un chequeo médico a quienes posean esta marca de prótesis. La Svcp creó una comisión para evaluar la situación e informó a la prensa que podrían pronunciarse en enero.
La Red de Sociedades Científicas de Venezuela rescató ayer el llamado a la calma. En un comunicado, la organización también recomendó a las mujeres realizarse un chequeo médico.
José Félix Oletta, miembro de la red y exministro de Sanidad, dijo que no hay que llamar a la alarma pero sí estar atentos. Sobre el anuncio de la ministra Sader, opinó que es una medida nada práctica: “Los hospitales con este servicio son muy pocos. Alguien que quiera una cita, seguro tendrá que esperar hasta el segundo trimestre”.
Consideró inadmisible que la representante del Ejecutivo reconozca que el producto se usaba en el país sin ningún control sanitario. “Es una labor que sólo les corresponde a ellos. Es inaudito”. Así como pasó con los implantes, dijo, puede que hoy se usen otros productos.
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